jueves, 8 de marzo de 2012

Capítulo 2.

                                                                                                Octubre del 2004


Nuestros pasos retumbaban en todo el edificio, silencioso y siniestro. Aquello parecía verdaderamente una cárcel. En realidad, era algo parecido, vigilancia por todas partes, gente que había hecho cosas malas, horarios de visita, y reglas de esa pequeña "sociedad" en la que iba a vivir una temporada. Yo era de los menos peligrosos por allí, además de tener tan sólo once años, ese "delito" que había cometido, era simplemente robar. Mi padre y yo habíamos encontrado una entrada trasera a un gran supermercado, donde nos quedábamos todas las noches a dormir para resguardarnos del mal tiempo que hacía en la calle. Claro que también nos alimentábamos, estábamos hambrientos, no nos íbamos a quedar sólo a pasar la noche. Pero eso el juez no lo entendía. Vale, llevábamos dos meses robando, habíamos cogido productos caros, y otros, no tanto. Y al encontrarme a mí solo, tenían que hacer algo conmigo. Pero, ¿meterme en un correccional? Estaba muy asustado, le tenía miedo a la gente de allí.

    Llegamos a un dormitorio de paredes agrietadas, que antes habían sido blancas. Una pequeña ventana casi pegada al techo dejaba pasar algo de luz, pero no la suficiente. Un chico de unos quince años descansaba con una gorra en la cara, en la litera de arriba. El olor era nauseabundo, por lo que traté de inhalar el menor aire posible. El vigilante me empujó dentro de la habitación y cerró la puerta con llave. Entré a pasos cortos, tratando de no hacer ruido. No tenía ganas de despertar a mi compañero de habitación. Me tumbé en la cama de abajo. Era bastante incómoda y fría, pero al menos, era una cama. Acaricié aquella ropa áspera que me habían dado, y que era dos tallas más grandes de lo que yo necesitaba. 


-Eh, tú, ¿no piensas presentarte?-se oyó desde la litera de arriba. No parecía una voz muy dura, ni tosca. Era más bien amigable, como para dar paso a una conversación. Me quedé callado, sin saber que responder.-Oye, que no muerdo-bromeó el chico, asomando su cabeza.
-Hola...-saludé tímidamente.
-Hola, soy Mike. ¿Y tú?-me tendió la mano. La miré indeciso, y sonreí.
-Drake. Soy Drake.-contesté devolviéndole el saludo.
-¿Qué ha hecho un enano como tú para estar aquí? 
-¡Eh, que no soy tan pequeño! Ya tengo once años-añadí, orgulloso.
-Pues eso, un enano-rió alborotándome el pelo.
-Bueno, robaba en un supermercado-dije al fin-, me encontraron solo, así que me trajeron aquí. ¿Y tú?
-Eh, eh. Aquí hay dos reglas : la primera, nunca, jamás, preguntar por mi vida, ¿entendido?
-De acuerdo...¿y la otra?
-No hacer nada ahí de día-dijo, señalando el retrete pegado a la pared.
-Pensé que aquí había baños...privados.
-Eso es lo que hacen creer, enano.  Pero aquí nos tratan bastante mal. Te daré un consejo : si quieres sobrevivir, créate una reputación. 
-¿Por qué?
-Porque si eres débil, te comen. Esto es una jungla, enano. Y si no eres una bestia, acabarás muy mal.
-¿Y qué tengo que hacer?
-Tú confía en mí. Mañana demostraremos quién eres.
-Mike...
-¿Sí?
-¿Me dejas dormir arriba?
-Está bien, pero sólo por hoy, no te acostumbres.[...]

Me incorporé poco a poco, tratando de no hacer ruido. La habitación estaba sumida en una profunda oscuridad. Aún era de noche. Tras ponerme de rodillas, me asomé a la ventana. Tan sólo se veía la luna, grande, fría, reluciente. Su luz bañaba mi rostro, me embrujaba, me llamaba. De pronto, la imagen de Jack se cruzó por mi cabeza. La verdad es que lo echaba de menos, hacía seis meses que no le veía. ¿Estaría bien? Suspiré. Tendría que dormir, necesitaba recuperar fuerzas para el día crucial que me esperaba.[...]

El sol daba con demasiada fuerza para tratarse de un día de invierno. Esperaba impaciente la señal de Mike para comenzar nuestro plan. Él le había dado algo supuestamente valioso a un chico mayor, para que fingiera que yo le daba una paliza, según Mike, eso evitaría malos tragos. Y así fue, tras un aviso por parte de mi compañero de habitación, un chico no muy fuerte-aunque tampoco delgado, añadiría-, se acercó y chocó con mi hombro, a posta. Me giré nervioso.


-¡Eh, tú!-le grité.-¿E-estás ciego o qué?-fue lo único que se me ocurrió en aquel momento.
-Pírate, enano.-Contesto él, con tono pasota.
-¿Qué me has llamado...?
-E-na-no-aclaró separando cada sílaba, mientras se volvía poniendo su cara muy cerca de la mía, desafiante. Por un momento, tuve miedo, pero recordé aquella valentía sacada de ninguna parte frente a las palizas de mi padre, y le empujé. 
-¡Pelea!-gritó alguien, y un círculo de adolescentes rebeldes nos dejaron en el centro de un gran alboroto. Él, al ver que tantos esperaban que se librase de mí en un abrir y cerrar de ojos, me devolvió el empujón, tirándome al suelo. Me levanté deprisa y me abalancé sobre él, cayéndonos los dos. Como si de una diapositiva se tratase, todos aquellos momentos tristes de mi vida, pasaron delante de mis ojos : la muerte de mi madre, las palizas y gritos de mi padre, tener que robar en los supermercados, dormir entre cartones, no comer en varios días, soportar el frío del invierno...Y entonces, me di cuenta. La vida no había sido justa conmigo, mi vida no había sido como la de un niño normal, todo era una jodida mierda. Y yo debía hacer algo, alguien tenía que pagar por todo lo que yo había pasado. No era justo que ellos fueran felices y yo no, que ellos tuvieran padres normales, que comieran tres veces al día, que todas las noches durmieran bajo techo en una mullida cama, entre calientes sábanas. Aquel chico, iba a ser mi primera víctima de una larga lista. Forcejeamos en el suelo, hasta que pude colocarme encima de él, entonces, le proferí un puñetazo en la cara, y luego otro, y otro más. Sentía como me liberaba con cada golpe, como esa angustia de mi pecho desaparecía, como todo se desvanecía a mi alrededor. Puedo asegurar que no se trataba de felicidad, pero en aquellos instantes me sentí bien, seguro. Nadie, absolutamente nadie, volvería a hacerme sufrir. Noté como alguien me sujetaba agresivamente y tiraba de mí. Seguí luchando, tratando de librarme, pero los brazos que me agarraban eran demasiado fuertes. Dos brutos guardias me arrastraron hacia dentro del edificio, donde me arrinconaron y me dieron una fuerte paliza, hasta dejarme inconsciente. Desperté en mi habitación, en la litera de arriba. Igual que la noche anterior, sólo la fría luz de la luna alumbraba un poco en aquella inmensa oscuridad.




-Eh, enano, ¿ya te has despertado?-dijo un poco preocupado Mike desde abajo.
-Sí...-dije desanimado y dolorido.
-Lo has hecho muy bien, enano. Muy bien.
-¿Sabes, Mike? Hoy he aprendido algo. Nadie, nunca, jamás, volverá a hacerme daño.
-Buenas noches, Drake.-Dijo. Me quedé mirando al techo, mientras mis ojos se cerraban lentamente.
-Nadie...-fue mi última palabra.


Podría resumir mi estancia en el correccional con una simple palabra : libertad. Permaneciendo encerrado me sentía libre, por hablar mal, me sentí bien. No había nadie que se atreviera a meterse conmigo, nadie me hacía daño. Yo era quien mandaba en mi vida. Pese a toda aquella felicidad que acumulé en tres meses, pronto volví a sentirme vacío...
  
                                                                                                                               Enero del 2004


Teníamos que correr tratando de no tropezar con la multitud de chicos tratando de salvar sus vidas. Era como aquella jungla que me había descrito Mike mi primer día, había que luchar por sobrevivir, pisoteando a otros, sabiendo que aquellos compañeros con los que te cruzabas, podrían no salir con vida, incluso con la posibilidad de que tú fueras uno de esos. El cansancio de la batalla y el humo impedía que pudiéramos respirar bien, además, era difícil no desprenderse de la mano de mi compañero de habitación con tanto alboroto. Todos temían por sus vidas, y en estos momentos, sólo pensaban en sí mismos, ya fueran guardias o presos. Simplemente, había que correr. 
   Parecía que nunca íbamos a alcanzar la salida. Los ciento ochenta y siete presos nos dirigíamos al patio, teníamos que saltar los alambres de casi dos metros acabados en esos arcos con pinchos, que yo sólo había visto en películas. Mike sólo sabía decirme que todo iba a salir bien, y me agarraba con tanta fuerza...parecía que no me iba a soltar nunca. Al llegar a las verjas, Mike me subió a sus hombros, me estaba haciendo polvo las manos, pero tenía que salir de allí. Algunos chicos, para impulsarse, me agarraban y me tiraban abajo, pero Mike no cesaba en su intento por salvarme. Era un buen chico. Conseguí llegar arriba tras varios intentos fallidos, miré hacia abajo, y vi a Mike, sonriéndome, con los ojos a punto de desbordarse. Aún no sabía por qué estaba así, pero le sonreí y salté, cayendo encima de alguien. Una parte de mí se tranquilizó al saber que iba a salir vivo de todo aquello, después de todo, pero aún había dentro algo que debía salir, mi mejor amigo, mi compañero de habitación, seguía allí encerrado, temiendo por su vida. Corrí hacia la verja, hasta estar frente a él.


-Vamos, Mike. Sube. Puedes hacerlo.-Dije sonriente. Él seguía sonriendo, pero había algo en su mirada que me preocupaba.
-Eh, enano..., vete de aquí. Sal corriendo, y no mires atrás. Aún corres peligro, y no estaré tranquilo hasta saber que estás a salvo. Así que venga, corre. No pares.
-No pienso irme sin ti, Mike-dije con la voz rota.
-Drake Johnson-dijo, severo-, huye. Sal corriendo de aquí. Y que ni se te ocurre volver. Tienes once jodidos años. Te queda toda una vida por delante. Sonríe, enano. Vas a salir con vida. 
-No...Mike...-comencé a llorar.
-¡Huye!-gritó mientras se perdía entre la gente.
-¡¡Mike!!-grité desconsolado. Golpeé a la primera persona que se cruzó en mi camino y salí corriendo, tal y como mi amigo me había dicho. No podía parar, aunque mis cortas piernas no dieran para más, por Mike, debía seguir adelante.



                                                                                                                                           










5 comentarios:

  1. DICHO Y HECHO: tu preguntas, DESTINYADMINISTRATION te contesta.‏‏


    Tus inquietudes han sido contestadas por la/las administradoras de Destinyadministration. Puedes ver la respuesta en el enlace:

    http://destinyadministration.blogspot.com/p/ayuda.html

    Besos y mil gracias.

    xDestinyadministrationx

    ____________________________________________

    PUBLICIDAD - DESTIYADMINISTRATION

    ¿Te vas a perder el Capítulo 11 de Cristales de Vida? --> http://cdvhistory.blogspot.com/
    Memorias de un futuro perfecto ya tiene Capítulo 5. Échale un vistazo --> http://memoriasdeunfuturoperfecto.blogspot.com/
    El resurgir de un cazavampiro --> http://losinmortalesda.blogspot.com/
    La novela que ha enganchado a numerosas personas al alcance de tu mano --> http://assasinisland.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Destinyadministration te avisa de que ¡Tu pedido ya está disponible!

    Puedes ver el resultado pinchando en el link.

    http://destinyadministration.blogspot.com/p/ediciones.html

    Si no te gusta o quieres cambiar algo... ¡No dudes en hacérnoslo saber!

    Para descargártelo pincha en el siguiente link:

    http://2.bp.blogspot.com/-xzTbm98NOZQ/T1zmD_NA69I/AAAAAAAAAtk/fmrEJ1zLArM/s1600/Elamoresuncuento.jpg

    Besos y mil gracias.

    xDestinyadministrationx

    ResponderEliminar
  3. Debo decir que no tiene mucho de amor, es una historia diferente a todas las que me he leído, sentir la desesperación, la angustia de Drake, las palizas tanto psicológicas y físicas que tiene y ha tenido que soportar. Pero, no me queda algo en claro, el primer capitulo, ¿que edad tiene ahí? Por que parece que tiene muchos años más en el primer capitulo que en el segundo. No me queda muy claro.
    Estoy deseando saber y leer como y cuando conoce a su "chica" xD
    Un besazo, espero leer algo tuyo, muy pronto...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por dejar tu comentario, es un placer recibir opiniones así ;)
      Pues a ver, en el 1º capítulo, se menciona, pero por si acaso estabas un poco distraída, tiene diez. Tal vez el primer capítulo me haya salido un poco más "maduro", por así decirlo, que el segundo. Pero es mayor en el 2º, que ya tiene once años. Me alegro de que me digas que es algo diferente, me gusta ser original y esperaba que no se pareciera a otras novelas por ahí escritas. Me da pena hacer sufrir de esa forma a Drake, que ya está muy presente en mi vida, pero alguna base tiene que tener xDDD Yo también estoy deseando empezar a publicar la parte en la que conoce a "su chica", como tú dices. Estoy ansiosa por que llegue ese momento ;)
      Un abrazo y un beso, y gracias por leer y comentar :D

      Eliminar
    2. ¿Cuándo vas a publicar algo más?

      Eliminar